El universo de la franquicia lo componen planetas –sectores de actividad- que gravitan y se desplazan a diferentes velocidades, con condiciones de habitabilidad propias y atmósferas para acoger vida –negocios- más o menos duras. Por todo ello, resulta capital saber cuáles son las particularidades de ese sector en el que nos hemos fijado y los aspectos a tener en cuenta para operar, si no queremos que nuestras posibilidades de supervivencia mengüen en ese ecosistema particular.
Comencemos, entonces, por retratar el hábitat de un mercado donde la maquinaria constituye un factor competitivo. Su importancia es tal que las oportunidades emergen a partir de cambios tecnológicos, con la aparición de herramientas más efectivas y económicas o que, en cambio, mejoran los tratamientos actuales, explica Pedro Cantalapiedra, jefe de Consultoría de mundoFranquicia consulting. “El emprendedor ha de prevenir las tendencias en el ámbito tecnológico, preguntar a la central por ellas, para que los aparatos de su centro no se queden obsoletos en el corto plazo”.
El trato personalizado y la fidelización también marcan la diferencia. “El motivo es que, ante tratamientos novedosos, el cliente puede mostrar cautela, por lo que la marca tiene que transmitir confianza mediante una atención perfecta”. A esto, hay que sumar la incorporación de valores añadidos, bien a través de promociones, de precios ajustados o de ofertas varias.
Otro rasgo característico es que el 90% de las oportunidades hoy se corresponden con el autoempleo, según Cantalapiedra. “La crisis implicó cambios estratégicos en unas franquicias que buscaron adaptarse, mediante inversiones más asequibles, a la menor capacidad económica de los potenciales asociados”.
Explosión, implosión
Presente en otros segmentos, observamos aquí un fenómeno recurrente al que debéis ‘marcar’ de cerca. Nos referimos a la aparición de actividades que explosionan en un determinado momento, crecen a un ritmo elevado, pero que, con el tiempo, implosionan –reducen su tamaño bruscamente-, dejando en el camino numerosos proyectos.
Eduardo Abadía, gerente de la Asociación Española de Franquiciadores (AEF), se fija en las perfumerías de equivalencia. “Han aparecido muchas enseñas en poco tiempo y asistiremos a la desaparición de algunas, ya que no hay hueco de mercado para tantos operadores. Si uno está interesado en alguna de estas redes, debe valorar aspectos como el tiempo que lleva operando, su expansión nacional e internacional, su respaldo en ámbitos como el marketing o la logística, la formación inicial y continua… Has de comprobar, en definitiva, que se trata de una franquicia y no de una cadena que sólo está aprovechando el boom del subsector”.
Miguel Ángel Oroquieta, socio director de T4 Franquicias, prolonga el interrogatorio. “En el caso concreto de las perfumerías, es importante saber si son fabricantes, el margen con el que operan, la amplitud de la gama de productos, su capacidad de renovación de los mismos y el marketing para acercarse al cliente final, entre otros aspectos”.
Preguntas con respuestas
Lo descrito en el párrafo anterior es aplicable a cualquier central de franquicias. Y lo podemos ampliar con más y más cuestiones, orientadas a descubrir si estamos ante un proyecto sólido. Abadía recomienda fijarse en apartados como el número de establecimientos abiertos (propios y asociados), los cierres, los datos mercantiles o el control logístico. “Y no olvidéis visitar a otros franquiciados, con el fin de que compartan sus experiencias, y comprobar que se ofrecen zonas de exclusividad”.
Si queréis profundizar en esta labor investigadora, os recomendamos el artículo que publicamos recientemente bajo el título Qué le pregunto al franquiciador, donde os mostramos cómo obtener esa información que os permitirá decidir con criterio.
Oportunidades bellas por fuera… ¿y por dentro?
Identifiquemos ahora aquellas corrientes que pueden desembocar en oportunidades interesantes, rentables… y con recorrido. Oroquieta observa cómo los modelos de negocio evolucionan hacia conceptos más globales. “La belleza es cada vez más la combinación de un equilibrio entre el bienestar interno y externo de la persona, de ahí que se incorporen servicios y metodología en esa dirección”.
Otra tendencia a explorar es la especialización. “Si en épocas de crisis se apostaba por la diversificación, lo que conllevaba, generalmente, inversiones más abultadas, el deterioro de la economía hizo que los actores concentrasen la oferta”, explica Cantalapiedra.
Al calor de la especialización han surgido cadenas de eliminación de tatuajes, focalizadas en extensiones de pestañas o en estética facial combinada con tratamientos médicos. Y aunque no los hemos incluido en este sector, sino en el de salud–con el que belleza/estética mantiene estrechos vínculos-, los expertos también dirigen la mirada a los centros de electroestimulación, donde el usuario hace ejercicio, enfundado en un traje especial.
Para culminar este recorrido, Santiago Barbadillo, director general de Barbadillo y Asociados, regresa a las perfumerías de equivalencia. “Todavía presentan recorrido. Creo que, con el tiempo, pervivirán las que han abierto mercado, las pioneras, ya que articulan una expansión más sólida. Eso sí, siempre que lo hagan bien y cuenten con un buen producto”.